Washington, 1 abr (PL) A seis meses de su surgimiento, el movimiento
Ocupar Wall Street (OWS) confronta hoy el desafío de encontrar nuevas formas
para atraer la atención de la ciudadanía so pena de diluirse en otros tópicos
del discurso político estadounidense.
La baja en los últimos meses de
las actividades de los lamados indignados disminuyó la visibilidad mediática
de quienes se consideran el 99 por ciento de la población y desde el 17 de
septiembre de 2011 iniciaron protestas contra la avaricia corporativa y el
poder desmedido de los megabancos.
Al grupo de pacifistas le cabe
el mérito de haber reactivado las bases para establecer un diálogo nacional
respecto a las políticas domésticas, sobre todo centrado en las desigualdades
económicas, comentó recientemente el diario The New York Times.
En diciembre, el 48 por ciento
de los estadounidenses manifestó apoyar las inquietudes de los pacifistas,
aunque solo un 30 por ciento aprobara la forma en que desarrollaban las
protestas, reveló un sondeo del Pew Research Center.
Sin embargo, el movimiento
prácticamente ha desaparecido del panorama informativo en lo que va de 2012,
ante el ascenso de la campaña electoral y las elecciones primarias
republicanas, manifestó Michael Dimock, directivo de la organización
consultora.
En octubre último, la cobertura
de las protestas y acciones de los indignados representaban un seis por ciento
de las noticias generadas por los medios noticiosos de Estados Unidos, número
que descendió a menos del uno por ciento en enero y febrero, ilustró.
Tienen que pensar en otras
maneras de atraer la atención y conectarse con las personas de todo el país,
estimó Neera Tanden, presidenta del Center for American Progress, una
organización liberal que posee fuertes vínculos con líderes demócratas y ha alentado
las protestas.
OWS carece de una estructura de
liderazgo tradicional lo cual dificulta una organización coherente y recabar el
apoyo de los legisladores estatales y miembros del Congreso, como ocurre con el
movimiento ultraconservador Tea Party, opinó el rotativo.
Brian Grimes, un miembro del
grupo que permanece en la plaza McPherson, en Washington, reconoció que se
necesita readaptar las tácticas para seguir siendo relevantes.
Debemos variar los métodos de
nuestros reclamos si queremos sobrevivir, aseguró.
La capacidad de resistencia del
OWS se probará en próximos eventos como la huelga general convocada para el 1
de mayo y las protestas programadas para Chicago, Illinois, donde sesionará los
días 20 y 21 de ese mes la Cumbre de líderes de los países de la OTAN, concluyó
el Times.
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