Managua (PL) El gobierno de Nicaragua expande
la enseñanza en las regiones más apartadas mediante una nueva campaña nacional
de alfabetización, articulada con la esperanza de sembrar valores humanos y
contribuir al desarrollo técnico y productivo del país.
La
actual campaña responde a una orientación del presidente de la República,
Daniel Ortega, quien durante la primera sesión de trabajo del V Congreso
Nacional de la Juventud Sandinista 19 de Julio, celebrado en enero anterior,
solicitó reforzar la educación en las zonas rurales.
El mandatario reconoció el problema del
analfabetismo, de mayor incidencia en los territorios campestres, como una
deuda histórica de la Revolución con los campesinos, e instó a los jóvenes a
esparcir sus conocimientos donde fuese necesario hasta alfabetizar al ciento
por ciento del pueblo.
Pese al avance de los programas educativos en
las ciudades, persisten altos índices de analfabetismo en el campo y la
montaña, señaló el estadista e invitó a la juventud a multiplicar la solidaridad
y el amor en aquellas zonas.
Desde el inicio de su gobierno en el 2007,
Ortega retomó el proyecto de la alfabetización afectado en los 16 años
anteriores por Ejecutivos neoliberales que privatizaron la enseñanza y
limitaron a aquellas personas que pudieran costearla.
A pesar de los esfuerzos por luchar contra el
analfabetismo mediante varios programas sociales, representantes del gobierno
detectaron grupos de personas carentes de instrucción, fundamentalmente en las
zonas rurales.
La presente campaña está dirigida a ese
conjunto de nicaragüenses de escasos recursos materiales y residentes en zonas
intrincadas.
Miles de promotores sociales visitaron en los
últimos meses a más de 250 mil familias de los dos primeros municipios
seleccionados como punto de partida de la campaña, Jinotega y Matagalpa, e
iniciaron las clases a mediados de abril último.
Algunos departamentos como Managua, Granada,
Masaya, Carazo, exhiben índice de analfabetismo prácticamente cero, pero
todavía tenemos desafíos en la costa al Mar Caribe, declaró a Prensa Latina el
viceministro de educación José Treminio.
Entre los sitios con mayores problemas
mencionó las regiones autónomas del Atlántico Norte y Sur, Matagalpa y
Jinotega.
Allí estaremos dando la batalla y no vamos a
descansar hasta no haber librado a todo el pueblo nicaragüense de ese flagelo
que nos legaron los anteriores gobiernos de derecha, seguidores del
neoliberalismo, aseveró.
De acuerdo con el funcionario, al Ejecutivo
nicaragüense le interesa además garantizar que estos jóvenes y adultos,
privados en su niñez del derecho a la educación, puedan alfabetizarse y
continúen estudios.
Treminio subrayó el propósito de que una vez
alcanzado el sexto grado esas personas puedan incorporarse a la enseñanza
técnica, media y llegar incluso a la superior, para contribuir a una
realización plena de los seres humanos y que, a su vez, ellos consigan aportar
al desarrollo de la nación.
Durante el recibimiento oficial de un donativo
de 150 mil cartillas escolares por parte de Cuba, con financiamiento del
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el 21 de mayo
anterior, el viceministro reconoció la solidaridad permanente de la isla
caribeña y la entidad regional con Nicaragua.
La máxima dirección del país tiene como una de
sus prioridades el avance de la enseñanza con el fin de erradicar de una vez el
flagelo de la ignorancia y como parte de su estrategia de lucha contra la
pobreza, aseguró.
El embajador de Cuba en Nicaragua, Eduardo
Martínez Borbonet, ratificó en el acto el apoyo de su país a la presente
campaña para llevar el conocimiento a cada rincón de Nicaragua con un método
que recibe asesoría de pedagogos cubanos.
La mayor parte de los instructores de Cuba
trabajan en tres programas continuos y complementarios a la campaña, según
explicó: Yo sí puedo, con el objetivo de alfabetizar; Ya puedo leer y escribir,
para nivelar ambas habilidades; y Yo sí puedo seguir, que enseña los grados de
Primaria.
Gracias a la donación de las 150 mil cartillas
por parte de Cuba, más de 94 mil nicaragüenses alfabetizados mediante estos
programas educativos culminarán en diciembre venidero el sexto grado, destacó
Treminio.
El donativo financiado por el ALBA consiste en
50 mil cartillas de lengua castellana, 50 mil de matemática, la misma cantidad
de geografía e historia de Nicaragua, y numerosas clases en multimedias.
La batalla por el sexto grado constituye una
prioridad para el Ministerio de Educación pues el gobierno aspira elevar en el
futuro inmediato el promedio de escolaridad del país hasta ese nivel.
Según la coordinadora del Consejo de
Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, los educadores seguirán
incorporando a los cursos en Matagalpa y Jinotega a todos los ciudadanos
dispuestos a aprender.
Además fundamentó la continuidad de estudios
desde la disposición del gobierno a respaldar sueños, aspiraciones y derechos a
adquirir una profesión o perfeccionar métodos de trabajo.
La labor de los jóvenes sobresale como la
piedra angular de esta campaña, pues devienen -tal como pidió el presidente del
país- los principales guías de las familias en las comunidades y promotores a
su vez de educación, solidaridad y cultura.
Junto a la juventud, los gobiernos municipales
e instituciones del Estado como el Ministerio de Educación y el de Salud
cumplen con la prédica de restituir derechos y despertar consciencias por un
futuro de progreso para esta nación dichosa en recursos naturales, pero
necesitada de ciencia y estrategias.
* Corresponsal de Prensa Latina en Nicaragua.
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