martes, 1 de mayo de 2012

Movilización y unidad, medios para el cambio en Chile

Tania Peña*


Santiago, Chile (PL) Llamados a la convergencia de fuerzas políticas y sociales y a retomar las movilizaciones anuncian un nuevo giro en el panorama sociopolítico en Chile.


Según el sociólogo chileno Daniel Núñez, la efervescencia social del 2011 evidenció en las calles que el malestar contra el modelo neoliberal es bastante transversal.

Sin embargo, alertó sobre el riesgo de que tanta energía social quede sólo en el estallido: "La existencia de luchas sociales, por muy significativas que sean, no implica necesariamente que haya una politización de esos actores o que se exprese en las correlaciones de fuerzas políticas y cambios en la sociedad".

El desafío estaría entonces en cómo hacer que ese movimiento social genere un cambio democrático y no termine siendo capitalizado por la misma derecha, alertó el también exdirector del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschtuz.

Lo cierto es que la articulación de fuerzas progresistas, movimientos regionales, sectores sociales en general y la capacidad de generar alianzas entre los partidos de la oposición política y entre estos y el ámbito social parece ser condición ineludible para poder derrotar a la derecha.

En ese esfuerzo se inscribe el pacto firmado por la fuerza política opositora en relación con la elección de alcaldes en los comicios municipales programados para octubre de este año.

Suscribieron la iniciativa los presidentes de los partidos Comunista (PC), Guillermo Teillier; Socialista (PS), Osvaldo Andrade; Radical Social Demócrata (PRSD), José Antonio Gómez; Democracia Cristiana (DC), Ignacio Walter, y la timonel del Partido por la Democracia (PPD), Carolina Tohá, miembros los cuatro últimos del bloque de la Concertación.

El denominado Acuerdo Electoral por Omisión compromete a los firmantes a respaldar una candidatura común para alcaldes en casi todas las comunas del país suramericano.

A juicio de Teillier, el paso dado es fundamental para todas las fuerzas de la oposición en Chile, además de que abre una posibilidad también para el movimiento social a través de los gobiernos municipales.

Aunque el acuerdo está orientado únicamente a los comicios municipales, en el escenario doméstico es ponderado su alcance con respecto a las próximas elecciones presidenciales.

Sin embargo, una fuerte zancadilla al propósito unitario sobrevino cuando en el seno del PS y la DC pareció inconveniente la alianza entre el PPD, el PRSD y el PC con respecto a la elección de concejales.

Las aguas se agitaron, aunque luego volverían a aquietarse.

Ante la desazón producida el vicepresidente y senador del PPD, Guido Girardi, opinó que como fuerza política la Concertación "está superada, cumplió una etapa y debe ampliarse".

Estamos en un punto de partida, un proceso embrionario para algo que es fundamental: volver a unir al mundo progresista, a la gente que quiere cambiar este país que es el más desigual del mundo, indicó.

Los chilenos esperan una coalición más amplia con actores que hoy no están, subrayó.

Lamentó Girardi en contra de ese propósito unitario la campaña anticomunista prevaleciente en el país, expresada en los cuestionamientos al pacto para la elección de concejales.

Con igual óptica se pronunció el presidente del PRSD, José Antonio Gómez, quien reiteró que el país necesita una fuerza progresista unida para terminar con la inequidad social.

Por su parte Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista, recalcó en el contexto de la Primera Conferencia Nacional de esa fuerza política, celebrada recientemente, que la convergencia de la oposición junto al movimiento social es el único camino para derrotar a la derecha.

Llamado imprescindible a la unidad que fue rubricado por el Movimiento Social por un Nuevo Chile en la convocatoria al Día Internacional de los Trabajadores.

Así lo dio a conocer el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, al lanzar la convocatoria al 1 de Mayo en nombre de numerosas organizaciones sociales.

"Es el momento para que el mundo social organizado recupere su capacidad de movilización y levante con fuerza los cambios de fondo que el país requiere", dijo.

El líder de la multisindical opinó que "hay que reponer el tema de la educación y el debate sobre la salud en Chile" en el centro de la agenda política. Necesitamos gobiernos que gobiernen para el pueblo y no para los intereses capitalistas, expresó.

También instó a renacionalizar el cobre y recuperar, como lo está haciendo Argentina, las riquezas naturales del país.

Las empresas transnacionales se están llevando la riqueza de Chile, se están enriqueciendo y los habitantes de los lugares de donde estas se extraen viven en la extrema pobreza, remarcó.

De igual modo, el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, reflexionó que el proceso de movilización es fundamental en estos momentos para aquilatar la fuerza y la unidad del mundo social, sin el cual no se pueden lograr las demandas planteadas.

De hecho, la respuesta popular el pasado 25 de abril al llamado de la Confederación de Estudiantes de Chile de marchar por un sistema de educación pública, gratuita garantizada por el Estado, fue contundente en la Alameda capitalina y en otras ciudades de Chile.

Sobre el volcán social que vive el país, Bárbara Figueroa, reflexionó: Es que el modelo está fracasado y se trata no sólo de cambiar lo que está en educación, sino también en salud, en recuperación de recursos naturales, en caminar hacia otra institucionalidad.

La pelea, señaló la líder magisterial, es larga y dura.

En opinión de la revista chilena Punto Final, el pueblo está todavía buscando a ciegas y en forma desordenada el camino de su liberación.

Lo concreto hasta ahora, anotó, es que se ha puesto fin a una larga etapa de sopor y resignación.

* Corresponsal de Prensa Latina en Chile.



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