viernes, 4 de mayo de 2012

YPF Argentina: Dolor y desafío


Por Moisés Pérez Mok*

Buenos Aires (PL) A punto ya de convertirse en ley, la iniciativa del Ejecutivo argentino para renacionalizar la empresa hidrocarburífera YPF marca el inicio del camino -acertado, aunque dificultoso- hacia la recuperación de la soberanía nacional.
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Se trata de un camino "difícil y lleno de obstáculos, pero que hay que asumir y recorrer con mucha fuerza y esperanza", valoró el Premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio Paz y Justicia de Argentina, Adolfo Pérez Esquivel.

YPF tuvo su etapa de esplendor y orgullo nacional, la cual es hoy sólo un recuerdo, y el gobierno actual debe remontar el pesado trecho que deja la irresponsabilidad de Repsol, acotó Pérez Esquivel en un comunicado difundido aquí bajo el título de "YPF: El dolor de lo que fue y el desafío de lo que es".

El texto pide apoyar en este empeño a la presidenta Cristina Fernández, quien -sostiene- tuvo el coraje y la decisión política de asumir este reclamo popular de años y cuyo gobierno enfrentará una situación similar a la originada por la nacionalización, años atrás, de Aerolíneas Argentinas.

La falta de inversiones; el desabastecimiento; los costos y las deudas; los activos y pasivos que deja Repsol son enormes y es necesario tener mucha serenidad para volver a hacer rentable la empresa, subraya el Premio Nobel.

Advierte, sin embargo, que el petróleo "no es la única asignatura pendiente en la recuperación de la soberanía nacional".

No estoy hablando de los nacionalismos trasnochados. El gobierno debe actuar, antes que sea tarde, sobre las empresas mineras, que se llevan el 97 por ciento de lo extraído con una simple declaración jurada, y la venta del territorio nacional.

Similar percepción quedó también expuesta a mediados de la semana pasada, cuando en una extensa sesión especial de más de 15 horas de duración el Senado argentino concedió, por abrumadora mayoría de 63 votos a favor, tres en contra y cuatro abstenciones, media sanción al proyecto de ley del Ejecutivo.

La expropiación del 51 por ciento de las acciones de la española Repsol en YPF Argentina es sólo el inicio y no la solución del problema energético en el país, sostuvo entonces el senador Gerardo Morales, de la oposicionista Unión Cívica Radical.

A su juicio, el gobierno carece de una política a mediano y largo plazos para el sector, como consecuencia de lo cual decrecieron no sólo la producción, en un 18 por ciento, sino también las reservas de petróleo (seis por ciento) y gas (41 por ciento) entre los años 2003 y 2011.

El tema energético en Argentina supera con creces a YPF, que sólo maneja el 30 por ciento del mercado de gas y combustible, manifestó por su parte el legislador Jaime Linares, del Frente Amplio Progresista.

En estos años, consideró, ha faltado planificación de mediano y largo plazos y todas las acciones emprendidas han sido sólo para acompañar el importante crecimiento económico registrado. No se construyó una sóla refinería y eso nos obligará a continuar importando naftas, añadió.

Según Linares, la recuperación de YPF y del rumbo "que nunca se debió perder" es sólo una herramienta para tratar de resolver el problema energético; algo que -en su criterio- demanda la aprobación de una nueva Ley de Hidrocarburos y un marco jurídico para el sector que corrija el vigente.

Estos dos últimos reclamos fueron compartidos por varios de los más de 60 oradores que intervinieron en la discusión y algunos de los cuales demandaron también que del 49 por ciento de las acciones estatales que se distribuirán entre las provincias participen todas y no sólo las petroleras, como prevé el proyecto de ley.

Por su parte, el senador Aníbal Fernández, del Frente Para la Victoria, respondió a las críticas formuladas respecto al desempeño del sector energético y afirmó que lo hecho por el gobierno en este ámbito resulta "monumental".

De 2003 a esta parte se invirtieron más de 20 mil millones de dólares para incorporar más de siete mil megawatts al sistema eléctrico nacional y actualmente se ejecutan inversiones por más de 15 mil millones de USD que permitirán sumar otros tres mil 130 mw, puntualizó.

También se terminaron dos mil 353 kilómetros de gasoductos y hay otros dos mil en ejecución, todo lo cual -dijo- ha permitido acompañar el crecimiento promedio anual de 7,7 por ciento registrado por la economía del país.

Fernández anticipó además su convicción de que en el 2013 Argentina no estará necesitada de importar combustible y agregó que para el 2015 la dependencia de los hidrocarburos en la matriz energética del país será del 69,8 por ciento, cuando en el 2003 era del 91 por ciento.

DIPUTADOS: LA ULTIMA PALABRA 

La iniciativa enviada el 16 de abril pasado al Congreso por Cristina Fernández declarando de interés público y como objetivo prioritario del Estado el logro del autoabastecimiento de hidrocarburos, será discutida a partir del miércoles próximo en la Cámara de Diputados, que deberá convertirla en ley.

Medios de prensa aquí consideran que más de 200 de los 257 legisladores de la Cámara Baja votarán en general a favor del proyecto, que también declara de interés público la explotación, industrialización y comercialización de estos recursos, a fin de garantizar el desarrollo económico con equidad social.

Sin embargo, además del de mayoría aprobado por un plenario de comisiones, al recinto llegarán otros tres dictámenes de minoría presentados por el Frente Peronista (respaldado por siete firmas), el PRO (5) y la Coalición Cívica, suscrito únicamente por su líder, Elisa Carrió.

De cualquier modo, es de esperar una intensa discusión de cada uno de los capítulos, en particular los referidos a la participación de las provincias, a fin de garantizar plenamente su carácter federal.

En ese sentido, el principal referente del Movimiento Proyecto Sur Fernando "Pino" Solanas, insistió en que no sólo las 10 que tienen el dominio del recurso deben constituirse en accionistas.

Durante más de 70 años, argumentó, las 14 provincias que no tienen petróleo financiaron el desarrollo de YPF y la exploración, descubrimiento y explotación de todos sus yacimientos.

Además, en su territorio habita el 85 por ciento de los consumidores del país y están instaladas las principales refinerías e industrias de hidrocarburos, añadió.

Solanas abogó también porque se expropie la totalidad de las acciones de YPF y no sólo el 51 por ciento de Repsol, para de ese modo evitar el ulterior "desembarco de grupos privados y capitales extranjeros al interior de la compañía".

Proyecto Sur aboga también por prohibir las exportaciones de petróleo y combustibles para reducir las importaciones y hasta tanto no se reconstruyan las reservas, y por un estricto control público de la producción.

Nosotros -definió- reclamamos una YPF 100 por ciento pública, con control social y que sea administrada con ética y transparencia, porque "es un error groserísimo no pasar la guadaña a todo lo que se le puede pasar".

La decisión del Ejecutivo argentino de volver a tomar el control estatal sobre YPF responde a la necesidad de recuperar el dominio de recursos que, según la propia Presidenta de la Nación, no sólo son estratégicos, sino vitales.

Como consecuencia del mal desempeño de Repsol, entre el 2001 y el 2011 las reservas de combustible en el país se redujeron en el 50 por ciento, mientras que la baja producción obligó a que el pasado año Argentina se convirtiera, por primera vez, en importador neto de gas y petróleo.

De proseguir esta política de vaciamiento, de no producción ni exploración, nos tornaríamos en un país inviable, no por falta de recursos, sino como resultado de malas políticas empresariales, advirtió Cristina Fernández.

* Corresponsal de Prensa Latina en Argentina.

em/Mpm 

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