lunes, 13 de agosto de 2012

DESTACAN LAZOS HISTÓRICOS DE AMISTAD RD Y CUBA

Santo Domingo (PL) Las relaciones entre Cuba y República Dominicana sumaron un nuevo capítulo a su larga historia con las recientes presentaciones en este país del libro Fidel Castro Ruz, Guerrillero del Tiempo. 

A la nación caribeña llegó la periodista y escritora cubana Katiuska Blanco para compartir con dominicanos su obra más actual, que recoge momentos de la vida del líder de la Revolución de la mayor de las Antillas hasta 1959.

En una de las tres principales disertaciones sobre el volumen -en dos tomos, con mil 48 páginas de texto y 174 fotografías-, Blanco manifestó que los vínculos entre ambos países tienen cinco siglos de existencia e integran la rica historia del Caribe.

Desde esta tierra salió el cacique Hatuey para morir en Cuba, en lucha contra los conquistadores españoles, recordó la también autora de Todo el tiempo de los cedros.

Seguidamente se refirió a los lazos entre el insigne patriota Máximo Gómez, nacido en Baní, Peravia y reconocido por la historiografía cubana como el Generalísimo, y el Héroe Nacional de la isla, José Martí.

Como se produjo en ocasiones posteriores, un momento de especial atención sucedió cuando fue abordada la participación de Fidel Castro en la fracasada expedición de Cayo Confites en 1947, preparada desde Cuba para enfrentar la dictadura dominicana de Rafael Trujillo.

Ese momento de la vida del líder cubano aparece en el volumen, y de haber tenido la acción feliz término hubiera sido el inicio de Fidel Castro como guerrillero, con 21 años de edad, expuso Blanco.

La experiencia adquirida le valió de mucho, agregó la escritora, para organizar a los más de 100 jóvenes que asaltaron el 26 de julio de 1953 los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Con ese suceso comenzó el último período de las guerras cubanas por su liberación, cuyo final aconteció el primero de enero de 1959 gracias al triunfo revolucionario.

Fidel Castro se detuvo cuidadosamente en la parte de la obra que aborda este momento histórico, la revisó muy bien, no quiso que se escapara el más mínimo detalle, puntualizó Blanco en la celebración del Día de la Rebeldía Nacional en Cuba.

Ante diplomáticos de varios países, funcionarios gubernamentales, cubanos residentes en este país y amigos de la mayor de las Antillas, la periodista destacó el significado del 26 de julio para sus compatriotas.

Compartió pasajes de la acción armada que evidencian la enorme sabiduría de Fidel Castro y su lealtad hacia los compañeros, a quienes no abandona nunca, añadió, ni en los momentos más difíciles de la lucha.

Una vez escuché decir al Comandante en Jefe que mientras las cosas son más del corazón más él las guardaba, pero en esta obra se desprendió de ellas para regalar un tono íntimo, afectivo y muy personal, subrayó.

Blanco describió la capacidad de trabajo de Fidel Castro, su atención al más mínimo detalle y el compromiso con la verdad histórica.

Anécdotas, reflexiones e historias sobre la relación del líder revolucionario y los dominicanos Juan Bosch y Ramón Mejía, Pichirilo, afloraron en un intercambio en la capitalina librería Cuesta.

Allí, varios presentes resaltaron la vocación internacionalista y solidaria de la Revolución cubana, y el apoyo de Fidel Castro a las causas más nobles del mundo.

Este libro fortalece los lazos de amistad entre nuestros pueblos y abre la posibilidad de dar nuevos pasos hacia el futuro, manifestó el viceministro de Educación Luis de León.

El Caribe tiene un enemigo común: el imperialismo estadounidense, y por eso debemos estar unidos, expresó Otto Pérez, allegado a Pichirilo, quien fue uno de los pilotos del yate Granma.

Dicha embarcación llevó a Cuba a 82 hombres, bajo la guía de Fidel Castro, el 2 de diciembre de 1956 para combatir la dictadura de Fulgencio Batista, derrotada el primero de enero de 1959.

Otras voces reconocieron que el momento es de actuar, de impulsar transformaciones, pues, consideraron, esta área geográfica no se puede quedar atrás de los cambios que vive América Latina.

Entrevistada por Prensa Latina, Blanco calificó de extraordinaria la visita de siete días a Dominicana, y reconoció el trabajo de promoción del libro antes de su arribo a este país.

Rompimos las barreras que muchas veces existen contra la Revolución cubana, por la desinformación al respecto y la influencia del bloqueo estadounidense en todos los ámbitos, y el volumen y sus ideas llegaron a muchos, opinó.

Además, recalcó, en los espacios donde se compartió con el público hubo una gran concurrencia, y fueron aclaradas dudas e inquietudes de heterogénea índole.

Para Blanco, la estancia en este país significó otra manera de divulgar el pensamiento de Fidel Castro, encaminado ahora, manifestó, a hacer conciencia para salvar a la Humanidad de su posible desaparición.

El escritor dominicano Hamlet Hermann destaca del volumen la enorme devoción que el líder cubano ha tenido siempre hacia la solidaridad y el internacionalismo, y en especial con Dominicana.

Según el exguerrillero a las órdenes de Francisco Caamaño en la década de 1970, Fidel Castro sintió el deber ineludible de reciprocar lo que hicieron por la independencia cubana los generales Gómez, Modesto Díaz, y Luis y Francisco Marcano, y el coronel Félix Marcano.

En Fidel Castro siempre ha predominado, escribió Hermann, la actitud solidaria con la lucha del pueblo dominicano sea como dirigente político, exiliado, guerrillero o jefe de Estado.

Por Diony Sanabia Abadia


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