A la nación
caribeña llegó la periodista y escritora cubana Katiuska Blanco para compartir
con dominicanos su obra más actual, que recoge momentos de la vida del líder de
la Revolución de la mayor de las Antillas hasta 1959.
En una de las tres
principales disertaciones sobre el volumen -en dos tomos, con mil 48 páginas de
texto y 174 fotografías-, Blanco manifestó que los vínculos entre ambos países
tienen cinco siglos de existencia e integran la rica historia del Caribe.
Desde esta tierra
salió el cacique Hatuey para morir en Cuba, en lucha contra los conquistadores
españoles, recordó la también autora de Todo el tiempo de los cedros.
Seguidamente se
refirió a los lazos entre el insigne patriota Máximo Gómez, nacido en Baní,
Peravia y reconocido por la historiografía cubana como el Generalísimo, y el
Héroe Nacional de la isla, José Martí.
Como se produjo en
ocasiones posteriores, un momento de especial atención sucedió cuando fue
abordada la participación de Fidel Castro en la fracasada expedición de Cayo
Confites en 1947, preparada desde Cuba para enfrentar la dictadura dominicana
de Rafael Trujillo.
Ese momento de la
vida del líder cubano aparece en el volumen, y de haber tenido la acción feliz
término hubiera sido el inicio de Fidel Castro como guerrillero, con 21 años de
edad, expuso Blanco.
La experiencia
adquirida le valió de mucho, agregó la escritora, para organizar a los más de
100 jóvenes que asaltaron el 26 de julio de 1953 los cuarteles Moncada y Carlos
Manuel de Céspedes.
Con ese suceso
comenzó el último período de las guerras cubanas por su liberación, cuyo final
aconteció el primero de enero de 1959 gracias al triunfo revolucionario.
Fidel Castro se
detuvo cuidadosamente en la parte de la obra que aborda este momento histórico,
la revisó muy bien, no quiso que se escapara el más mínimo detalle, puntualizó
Blanco en la celebración del Día de la Rebeldía Nacional en Cuba.
Ante diplomáticos
de varios países, funcionarios gubernamentales, cubanos residentes en este país
y amigos de la mayor de las Antillas, la periodista destacó el significado del
26 de julio para sus compatriotas.
Compartió pasajes
de la acción armada que evidencian la enorme sabiduría de Fidel Castro y su
lealtad hacia los compañeros, a quienes no abandona nunca, añadió, ni en los
momentos más difíciles de la lucha.
Una vez escuché
decir al Comandante en Jefe que mientras las cosas son más del corazón más él
las guardaba, pero en esta obra se desprendió de ellas para regalar un tono
íntimo, afectivo y muy personal, subrayó.
Blanco describió la
capacidad de trabajo de Fidel Castro, su atención al más mínimo detalle y el
compromiso con la verdad histórica.
Anécdotas,
reflexiones e historias sobre la relación del líder revolucionario y los
dominicanos Juan Bosch y Ramón Mejía, Pichirilo, afloraron en un intercambio en
la capitalina librería Cuesta.
Allí, varios
presentes resaltaron la vocación internacionalista y solidaria de la Revolución
cubana, y el apoyo de Fidel Castro a las causas más nobles del mundo.
Este libro
fortalece los lazos de amistad entre nuestros pueblos y abre la posibilidad de
dar nuevos pasos hacia el futuro, manifestó el viceministro de Educación Luis
de León.
El Caribe tiene un
enemigo común: el imperialismo estadounidense, y por eso debemos estar unidos,
expresó Otto Pérez, allegado a Pichirilo, quien fue uno de los pilotos del yate
Granma.
Dicha embarcación
llevó a Cuba a 82 hombres, bajo la guía de Fidel Castro, el 2 de diciembre de
1956 para combatir la dictadura de Fulgencio Batista, derrotada el primero de
enero de 1959.
Otras voces
reconocieron que el momento es de actuar, de impulsar transformaciones, pues,
consideraron, esta área geográfica no se puede quedar atrás de los cambios que
vive América Latina.
Entrevistada por
Prensa Latina, Blanco calificó de extraordinaria la visita de siete días a
Dominicana, y reconoció el trabajo de promoción del libro antes de su arribo a
este país.
Rompimos las barreras
que muchas veces existen contra la Revolución cubana, por la desinformación al
respecto y la influencia del bloqueo estadounidense en todos los ámbitos, y el
volumen y sus ideas llegaron a muchos, opinó.
Además, recalcó, en
los espacios donde se compartió con el público hubo una gran concurrencia, y
fueron aclaradas dudas e inquietudes de heterogénea índole.
Para Blanco, la
estancia en este país significó otra manera de divulgar el pensamiento de Fidel
Castro, encaminado ahora, manifestó, a hacer conciencia para salvar a la
Humanidad de su posible desaparición.
El escritor
dominicano Hamlet Hermann destaca del volumen la enorme devoción que el líder
cubano ha tenido siempre hacia la solidaridad y el internacionalismo, y en
especial con Dominicana.
Según el
exguerrillero a las órdenes de Francisco Caamaño en la década de 1970, Fidel
Castro sintió el deber ineludible de reciprocar lo que hicieron por la
independencia cubana los generales Gómez, Modesto Díaz, y Luis y Francisco
Marcano, y el coronel Félix Marcano.
En Fidel Castro
siempre ha predominado, escribió Hermann, la actitud solidaria con la lucha del
pueblo dominicano sea como dirigente político, exiliado, guerrillero o jefe de
Estado.
Por Diony Sanabia
Abadia